H i s t o r i a

la creación

M é n d e z L e ó n y S i l u v i o

Siluvio es el sueño de Ladislao Méndez León, ‘Lalo’, y su mujer Leticia Sobrino. 

Lalo dio rienda suelta a su pasión por el mundo del vino y aquí volcó todo su conocimiento de más de 30 años siendo comerciante de vinos con su empresa Méndez Leon.

Su último propósito ha sido fomentar y ensalzar  el mundo del vino, pasándose al otro lado del sector, creando desde el año 2017 un pequeño viñedo y bodega en el Sur Occidente de Asturias con el fin de recuperar la tradición vitivinícola que estuvo a punto de la extinción en el Principado de Asturias.

SILUVIO Bodegas y Viñedos es la aportación personal de Lalo y su mujer a la historia asturiana y nacional en el sector del vino.

LA HISTORIA DE TODO SE REMONTA A LA EMPRESA FAMILIAR COMERCIANTE DE VINOS, MENDEZ LEON.

Fundada por su padre, en sus orígenes surtía Asturias de alimentos. Lalo convirtió, al tomar las riendas de la compañía, la pasión en oficio y ensalzó la venta de vinos. Desde entonces, Méndez León es sinónimo de calidad y buena mesa, distribuyendo las marcas más prestigiosas del mercado vinícola. El siguiente reto era hacer una marca propia con un vino de Asturias para el mundo, una aventura en la que volcar lo aprendido durante décadas haciendo crecer la tierra propia, en la que cree y cuyo potencial conoce sobradamente.

En el concejo de Ibias, ubicado en el extremo más al Sur – Oeste se encuentra una de las zonas vinícolas más singulares del Viejo Mundo. A unos 60 km al norte del Mar Cantábrico y a 15 km al sur del Bierzo, esta región es el núcleo de la viticultura heroica, un término que describe la producción de vino en condiciones extremas. Esta clasificación, reconocida por el CERVIM (Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña), se refiere a viñedos situados en terrenos con más del 30% de declive, a altitudes superiores a 500 metros sobre el nivel del mar, y que requieren técnicas de cultivo manual debido a la inaccesibilidad de maquinaria agrícola.

El proyecto se inició en 2016 y en 2018 se construyó LA BODEGA, es una pequeña estructura situada a los pies de los viñedos, construida al estilo de un château. El viñedo se plantó inicialmente con 40 mil plantas. Esta bodega, construida en dos niveles para aprovechar la gravedad en los procesos de elaboración, está rodeada por un entorno mágico que incluye laderas, montañas, parajes y ríos. Este entorno idílico es fundamental para la crianza y el proceso de vinificación, brindando un contexto único e irrepetible para el desarrollo del vino.

tradición

L a h i s t o r i a d e l v i n o d e C a n g a s s e r e m o n t a a l a E d a d M e d i a ; m i l e s d e m a n o s h a n t r a b a j a d o d e s d e e n t o n c e s l a t i e r r a p e r p e t u a n d o u n l e g a d o ú n i c o .

Aunque no existen certezas en el origen de la actividad vitivinícola en la zona de Cangas del Narcea, todo apunta a que las primeras vides llegaron de la piadosa mano de los monjes cistercienses del primitivo monasterio de Corias, allá en el siglo XI. A mediados del siglo XVIII ya se extendía el viñedo por 450 hectáreas con una producción de 180.000 litros de vino, cantidad que medio siglo más tarde se habría duplicado ampliamente, según recoge el Diccionario de Cocina y Gastronomía de Asturias. En su época de mayor plenitud se cultivaban más de seis millones de cepas y 400.000 litros de vino.

La actividad decayó con el paso de los siglos y en los años setenta y ochenta la producción del vino se mantenía casi de forma testimonial, relegada al autoconsumo y a la venta en los ‘chigres’ de la zona. La creación de la DO en mayo de 2001 dio paso a un nuevo capítulo con la apuesta por la calidad como mascarón de proa de un tiempo nuevo para un vino de siempre.

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